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martes, 24 de abril de 2012

Ocaso



Grande , infinito, luminoso y más rojo que nunca, el sol se muestra especialmente  perezoso por el cielo, como si no tuviese prisa, como si este día hubiese sido muy importante para él y no quisiera decirle adiós.

Cada vez su color va tornándose más intenso, hasta que parece dibujar en el cielo una galería de colores, que danzan poseídos en torno a una bola de fuego carmesí, que contempla el reflejo de su preciosa soledad en el horizonte marino.

Despedida lenta y silenciosa que abrasa nuestro corazón, para cuando caiga la noche buscar consuelo en la tímida y pálida luna.

Esperanza del retorno renovado ,que el próximo amanecer iniciará de nuevo su senda estelar, para  calmar así las almas que temieron su olvido eterno.

miércoles, 18 de abril de 2012

Sin vínculos



Antes éramos una familia, no una familia perfecta, pero al menos una familia. Pero sin saber

 porqué un día todos los rencores se concentraron en la traición  de una mirada, el cariño , que

 quizás nunca existió ,  rebosó y se unió al río de la frialdad para perderse en el mar del

resentimiento. 

Quedó la decepción , el desamparo, la carencia y la búsqueda desesperada de la aceptación

nunca sentida.

El dolor y las lágrimas de rabia dieron paso a la indiferencia descorazonadora , a la lejana

corrección, a la distancia  que abre  el camino del olvido.

 El tiempo ha suavizado las emociones, y ahora, las espinas del desprecio no harán sangrar  mi

corazón libre.

martes, 10 de abril de 2012

Lágrimas del cielo


Llueve, el cielo se tiñe de gris. Un llanto infinito y desconsolado va derramando lágrimas en árboles y plantas. El suelo incapaz de absorber tanto desconsuelo regala lagunas de agua y barro.


Las fuentes están más generosas que nunca y los musgos de las paredes sombrías son como esponjas verdes y húmedas.


El otrora cantarín y susurrante río levanta su voz enérgica y poderosa avanzando con una desmesurada prisa por encontrarse con un mar que le aguarda intranquilo.


La neblina poco apoco va extendiendo sus brazos hasta rodearnos con su abrazo de rocío y nubes.


Descansan bajo los aleros los asombrados pajarillos mientras alguna gota traviesa resbala por sus suaves plumas.


Se ciñe el ánimo a la melancolía y suspira el corazón retazos de esperanza mientras el aroma  de la tierra húmeda anida en la sombra de la escondida primavera.

jueves, 5 de abril de 2012

Deseos frustrados



Como dominada por una bestia salvaje, arranco pedazos de decepciones y tristezas de mi interior para que sean devorados por los ávidos carroñeros que aguantan impacientes un traspiés en el camino de una víctima indefensa.

Elevo mis ánimos por encima de las copas de los árboles, para que si por un momento su equilibrio peligrase, pudiesen mecerse suavemente con el sonido del viento y no caer en el vacío.

Deseo sentirme ( ser) importante para alguien,  pero  me conformo con la caricia de los rayos luminosos del sol cada mañana, con el reflejo de la gota de rocío que trasnochó en mi ventana y con el alegre canto de las viejas golondrinas que con sus trinos renuevan los sonidos de cada primavera.

Amor de madre.... amor de hija.


Cuando mi hija nació lo primero que pensé fue en mi madre, porque ante la embriaguez de sentimientos nuevos que llegaban a mí, pude comprender mejor el amor que mi madre siempre me había demostrado.

 Quizás yo no había sido la mejor hija del mundo, quizás en algún momento sus expectativas fueron devueltas con el desencanto de la decepción. Más ella siempre estaba ahí ,dispuesta a dar un perdón infinito y un abrazo reparador ante las equivocaciones juveniles.

 Ahora soy yo la que tiene que abrir los brazos y dejar volar , sin reproches, sin condiciones, aunque el camino a veces se adivine equivocado. En esos momentos siempre pienso en mi madre y su paciencia inmensa y me pregunto si yo alguna vez podré igualar la generosidad con la que me regaló una vida llena de sacrificios, entrega y dedicación absoluta.

Al final me queda el resquemor de no haber sido una buena hija y la incertidumbre descorazonadora de si seré una buena madre.